¡Bienvenidas y bienvenidos queridos seguidores de Paulina Cocina! En esta oportunidad vamos a hablar de una creación argentina: la Cremona. Se trata de un manjar que sería así como un pan hojaldrado, que además de ser súper rico, es muy tradicional verlo en todas las panaderías o acompañando cualquier situación de mate, ya sea en los lugares de trabajo, en las casas o en las plazas.
En esta nota, vamos a contarles qué es una cremona, por qué se llama así, cuál es su origen, cómo conviene prepararla en casa, y cuáles son los secretos para lograr el sabor y la textura perfecta de esta delicia bien argentina y, como siempre, una receta de cremonas súper completa y detallada.
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Sobre la Cremona
En términos sencillos, la cremona es una deliciosa masa horneada y hojaldrada que ha conquistado los corazones de los amantes de la panadería en Argentina. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro la convierten en el acompañamiento perfecto para un buen mate o café con leche.
Esta delicia se destaca no sólo por su exquisito sabor, sino también por su versatilidad. Las cremonas son perfectas para disfrutar en cualquier momento del día, aunque suelen ser protagonistas en desayunos y meriendas. No estamos hablando sólo de un manjar para el gusto, sino que también de una parte importante de la tradición y la cultura gastronómica argentina.
Su popularidad ha crecido a lo largo de los años, convirtiéndose en un clásico que se comparte y disfruta en reuniones familiares, en encuentros informales y, por supuesto, en la cotidianidad de los hogares argentinos.
Características de las cremonas caseras
- Textura única: La cremona se destaca por su exterior dorado y crujiente que esconde una miga tierna y esponjosa.
- Sabor inconfundible: La textura de la masa combinada con la riqueza de la grasa o la manteca, le confiere un sabor inigualable.
- Forma: Su forma circular y con teclas, es parte de su rasgo más característico.
- Versatilidad: Aunque se la puede disfrutar en cualquier momento, suelen estar muy presentes en el momento del desayuno o la merienda.
- Aromas tentadores: El perfume que invade la cocina mientras se hornean es simplemente irresistible.
- Tradición argentina: Representan la tradición y la cultura gastronómica de Argentina, ya que habitualmente acompañan otra bebida bien tradicional en ese país, el mate.
¿Quién inventó la cremona y por qué se llama así?
Se cree que la cremona argentina tiene sus raíces en la inmigración europea, precisamente en la italiana, ya que el nombre proviene de un municipio italiano ubicado en Lombardía, que lleva ese nombre y es famoso por ser cuna de violinistas y artesanos de instrumentos musicales, pero también tierra de panes y focaccias italianas.
Aunque no hay un inventor específico de las cremonas, se cree que fue un inmigrante de aquella ciudad que bautizó a esta creación encontrando alguna referencia a su tierra natal y que resulta en este pan que también tiene alguna similitud con las facturas, como las medialunas, pero con una forma muy particular.
Cada panadería puede tener su propia versión de este manjar hojaldrado, incluso con ciertas diferencias en las distintas regiones del país, lo que contribuye a la diversidad de sabores y texturas que se pueden encontrar.
¿Cuánto pesa una cremona?
El peso de una cremona puede variar, ya que en las panaderías hay versiones individuales para ese momento de disfrute egoísta, que pesan alrededor de 100 gramos, pero también hay tamaños para compartir, que suelen ser los que más se venden.
Estas versiones para compartir pueden tener un peso que va desde los 400 g hasta 1 kg. Todo depende de la ocasión en la que se va a disfrutar y, por supuesto, de la compañía.
Cómo hacer cremonas: consejos y secretos
- La calidad de la manteca o la grasa: Utilizar una manteca o grasa vacuna de buena calidad es clave para lograr ese sabor inconfundible.
- Temperatura de los ingredientes: Asegurarse de que los ingredientes estén a temperatura ambiente garantiza una mezcla homogénea.
- Tiempos de levado: Es importante que la masa repose cada vez para que tome la textura típicamente aireada.
- Amasar con cariño: Amasar la masa con paciencia y hacer los dobleces necesarios es esencial para lograr la textura perfecta.
- Precalentar el horno: Asegurarse de que el horno esté bien caliente es fundamental para lograr ese dorado perfecto.
- Tiempo de cocción: Es importante no cocinar de más ni de menos, lo mejor es conocer el horno en el que se van a preparar, para evitar sorpresas.
Cuándo disfrutar una cremona en Argentina
Las cremonas siempre son bienvenidas y su versatilidad permite que se disfruten en diversas ocasiones.
- Desayunos y meriendas: Son ideales para acompañar el mate o el café, ya sea así como vienen o untadas con manteca y dulce de leche casero. ¡Una delicia!
- En almuerzos, brunch o picadas: Muchas personas eligen las versiones rellenas y saladas, que bien se pueden utilizar a modo de sándwich con la clásica combinación de jamón y queso, o agregarle aceitunas, tomates secos y un poco de aceite de oliva. ¡Simplemente irresistibles!
- Cremonas rellenas dulces para la tarde: También existen versiones que se rellenan con dulce de membrillo, batata o incluso dulce de leche, que se parecen más a una factura, pero que tienen un sabor más agridulce. Ideal para los fanáticos de estas combinaciones.
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Receta de cremona casera
Rinde: 4 porciones
Preparación: 2 horas y media
Ingredientes
- 500 g de harina 0000
- 15 gramos de levadura fresca
- 1 cucharada de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 200 cm3 de agua tibia
- 125 g de manteca
- 3 cucharadas de harina
- Huevo (para pincelar)
Cómo hacer cremonas de manteca paso a paso
- Mezclar la harina con la sal y hacer un hueco en el centro. Desmenuzar la levadura en el hueco y agregar el azúcar y el agua tibia. Integrar con las manos, formar un bollo liso y amasar unos minutos. Dejar levar unos 30´ hasta que duplique su volumen.
- Mientras tanto integrar la manteca a temperatura ambiente con las 3 cucharadas de harina y colocarla sobre un papel film o nylon, estirarla con forma rectangular con ayuda de un palo de amasar y taparla con otro papel film o nylon. Llevar a la heladera por 30 minutos.
- Amasar la masa unos minutos y estirarla con palo de amasar dándole una forma rectangular, un poco más grande que el rectángulo de manteca. Colocar la manteca dentro retirándola del film y doblar la masa, de modo que envuelva la manteca, cerrarla como un libro y dejar reposar en frío por unos 15 minutos tapada.
- Precalentar el horno a temperatura fuerte. Retirar la masa del frío, estirarla con el palo de amasar nuevamente y doblarla de nuevo dos veces como si fuera un libro. Tiene que quedar un rectángulo largo, como si fuera un arrollado o pionono, pero aplastado. Llevar unos 15 minutos más a la heladera.
- Repetir el paso 6 una vez más y realizar cortes con cuchillo de unos 2 o 3 centímetros, sin llegar hasta el final, como si fueran teclas de un piano. Unir las puntas y dejar reposar sobre una asadera aceitada por 15 minutos más.
- Pincelar con huevo y llevar al horno. Cocinar alrededor de 20 o 25 minutos. Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla.